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19 de marzo de 2020
Debido a la epidemia mundial de Covid-19, numerosas empresas que tienen su actividad comercial en Francia están teniendo dificultades con los contratos comerciales. Se encuentran incapaces de ejecutar sus propias obligaciones o sufren las consecuencias de tal incumplimiento por parte de otros actores de la cadena de suministro. O, lo más corriente, ambos.
En este artículo, Verne Legal demuestra un breve análisis de un principio legal potencialmente aplicable al brote actual de Covid-19 – la fuerza mayor.
A ese respecto, analizamos si la pandemia de coronavirus puede admitirse como un caso de fuerza mayor, cuando la ley francesa rige la relación contractual.
En primer lugar, explicaremos qué significa exactamente la fuerza mayor según la ley francesa (I). En segundo lugar, presentaremos la jurisprudencia francesa pertinente y su adecuación para la situación actual (II).
1. ¿Qué se entiende por fuerza mayor?
La fuerza mayor es un evento que está fuera del control de cualquiera de las partes contractuales, como un desastre natural, un evento político importante o una grave crisis de salud. En consecuencia, una cláusula de fuerza mayor permite a una parte suspender o rescindir el cumplimiento de sus obligaciones contractuales. Al estar justificado por la ocurrencia de un evento de fuerza mayor, la dicha parte no es responsable por el incumplimiento del contrato.
Para ser calificado como fuerza mayor, el evento debe cumplir los tres criterios, acumulativamente:
1. el evento relevante está más allá del control de la parte aplicable y es exterior a sus acciones;
2. el evento relevante no podría haberse previsto en el momento en que se celebró el contrato; y
3. los efectos de tal evento podrían evitarse con medidas apropiadas.
El punto interesante es que los mismos criterios se aplican a los contratos internacionales de venta de bienes regulados por la Convención de Viena . Numerosos contratos comerciales internacionales están afectados, dado que la Convención se aplica siempre que no haya sido claramente excluida por las partes. La fuerza mayor, calificada como “impedimento”, está cubierta en el artículo 79 de la Convención.
¿El caso de coronavirus podría calificarse como fuerza mayor según la ley francesa? ¿Cómo los tribunales franceses han tratado otras situaciones epidémicas en el pasado?
2. Situaciones epidémicas pasadas revisadas por los tribunales franceses
En la gran mayoría de los casos, los jueces franceses se han negado a reconocer las pandemias como eventos de fuerza mayor. Tal fue el caso de la peste del bacilo , el virus del dengue (DENV) o el virus chikungunya (CHIKV) .
Con respecto al H1N1, un influenzavirus asociado con la gripe española del año 2009, los tribunales franceses han decidido que la propagación del virus se ha anunciado y previsto en gran medida, incluso antes de que se adoptaran medidas sanitarias . Por analogía, en el caso del coronavirus, podría considerarse que la fecha inicial de información pública debería remontarse a diciembre de 2019, el momento en que el Covid-19 se estaba extendiendo ampliamente en China.
También podríamos cuestionar el carácter irresistible de la epidemia actual. En 2009, en relación con el H1N1 mencionado anteriormente, el Tribunal de Apelaciones de Nancy consideró que “el virus no se considerará irresistible, ya que solo el 5% de la población se ha visto afectado, y podría haberse evitado con las medidas de prevención sugeridas” . Debe recordarse que, hasta el 15 de marzo de 2020, solo el 3% de la población estaba infectada del virus Covid-19. Sin embargo, es importante señalar qué la situación se apreciará después del hecho, y en su esfera global.
Por lo tanto, para evaluar el carácter irresistible del brote actual, medidas como las anunciadas el 14 de marzo de 2020 por el primer ministro francés Édouard Philippe, en relación con el cierre de espacios “no esenciales” a la existencia, serían de importancia.
Para las compañías que están considerando emitir avisos de fuerza mayor , así como las compañías que las reciben, es importante revisar la redacción de las cláusulas incluidas en el acuerdo relevante, así como otros contratos vinculantes entre las partes contratantes.
Sin embargo, debe recordarse que, para evaluar cualquier situación contractual, se requiere un análisis de hechos específicos.
En la tercera parte de esta serie de artículos se encontrará más consejos prácticos de la revisión de un acuerdo contractual internacional en esta situación crítica de la epidemia de coronavirus. La segunda parte se dedicará a otra posible justificación legal del incumplimiento del contrato: imprevisión (l’imprévision).
El equipo de Verne Legal queda a su disposición para aconsejar a las empresas en cuanto a su situación contractual, así como asistir en toma de otras medidas obligatorias que se aplican a las empresas que tienen su actividad comercial en Francia.
Nicolas Renault Iga Kurowska
Verne Legal, Abogado Verne Legal, Partner
Verne Legal ofrece servicios jurídicos y fiscales personalizados a las empresas españolas y extranjeras. Aconsejamos a nuestros clientes en el desarrollo de su actividad en Francia, ajustando la estrategia a la cultura empresarial francesa. Para obtener más información sobre el sistema fiscal en Francia, lo invitamos a descargar el e-book ” Guía de negocios en Francia” y contactar directamente al equipo de nuestro despacho: info@vernelegal.com.
[1] Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercadería (CISG)
[2] Cour d’Appel (“CA”, esp. Tribunal de Apelación) de Paris, 25 de septiembre de 1998
[3] CA Nancy, 22 de noviembre de 2010 – n ° 09/00003
[4] CA Basse-Terre, 17 de diciembre de 2018– n ° 17/00739
[5] CA Besançon, 8 de enero de 2014 – n ° 12/02291
[6] CA Nancy, 22 de noviembre de 2010 – n ° 09/00003 “car seulement 5 % de la population a été touchée et que l’on peut s’en prémunir par des mesures de prévention”